Un proyecto de alumbrado público fotovoltaico permite que se realicen actividades nocturnas que no podrían llevarse a cabo sin iluminación. De hecho, cuando se le pregunta a la opinión pública, ya se encuentran reflexiones sobre la importancia que tiene este servicio de iluminación LED. Lo anterior se debe a que las innovaciones en cuanto a luminarias dentro de las ciudades han mejorado para calles, avenidas, entre otros lugares.
Cabe resaltar que las experiencias de los usuarios han jugado un papel fundamental en los criterios y necesidades que a lo largo de la historia se han respondido por medio innovadoras políticas gubernamentales y desarrollo de nuevas tecnologías. Por ejemplo, ciudades como la CDMX, Yucatán, Querétaro y muchas otras están teniendo grandes avances.
El alumbrado público y su historia
Existen evidencias de que el alumbrado estuvo presente desde el periodo paleolítico y neolítico, los cuales son los períodos históricos más antiguos. En Mesopotamia, alrededor de los años 7000 a.C. ya utilizaban lámparas en terracota y aceites para extender la duración del fuego. Por su parte, el empleo de metales para las luminarias se dio en esos mismos años en el antiguo Egipto.
Sin embargo, fue en París durante el siglo XVII cuando se tiene un registro histórico de la implementación de políticas para el alumbrado público. De hecho, esta urbe ganó el sobrenombre de la “La ciudad de la luz”. Lo anterior se debe a que durante la noche los faroles en las puertas de las casas permanecían encendidos con el fin de frenar la delincuencia.
Innovaciones en los alumbrados públicos
No obstante, fue hasta el año de 1807 cuando se instauró por primera vez el sistema de alumbrado por gas en Londres. Este sistema se popularizó rápidamente en toda Europa. Posteriormente, casi a finales del mismo siglo aparecieron las lámparas eléctricas. Estas fueron desarrolladas por Pavel Yablochkov y se implementaron por primera ocasión en 1880 en París.
A partir del siglo XX se comenzaron a utilizar elementos vaporizados, tales como el mercurio y sodio. Por ejemplo, en México ya se contaban con luminarias para el alumbrado vial desde las década de 1930 y 1940. Estas lámparas eran de luces incandescentes y tenían una potencia de 750W. Fue en la década de 1950 cuando se hizo un cambio por luminarias más eficaces.
En estos días, se ha continuado con las innovaciones tecnológicas en el sector energético. En consecuencia se han podido crear y adaptar tecnologías amigables con el medio ambiente, que consisten en combinar fuentes de poder con energía solar y luminarias con tecnología LED, lo cual puede generar ahorros en energía y capital al mismo tiempo.
La iluminación y el urbanismo
El avance de la ciencia ha posibilitado la adaptabilidad y dinamismo del alumbrado público y vial. Hoy en día no se le ve como un sistema que simplemente ilumina y brinda seguridad, pues se le ha dado la importancia como un factor elemental en el paisaje y desarrollo urbano, ya que se han aprovechado las ventajas estéticas y energéticas que brindan las luminarias de nuestra época.
El aspecto anterior se volvió importante en la década de 1980, pues en París y Londres la visión del diseño del espacio público a partir de la iluminación cobró gran popularidad. El mayor exponente del urbanismo con luces en esta época fue el francés Roger Narboni, pues con diversas estrategias logró resaltar esta corriente a partir de luz.
Situación actual de las luminarias para alumbrados públicos
En México, la iluminación LED ha logrado hacer la fusión perfecta con los sistemas de energía solar o fotovoltaica, pues es posible crear algún proyecto de alumbrado público fotovoltaico para cualquier lugar de acuerdo a sus necesidades, ya sean plazas, circuitos viales, avenidas o demás. Existen expertos en iluminación que pueden brindar las soluciones que se necesitan para continuar innovando en la creación de energías renovables eficaces para nuestro país.